jueves, 11 de junio de 2009

Crónica de una Marcha “Silenciosa”

Globos, fotos, carreolas vacías, mantas, flores y canciones de niños al unísono, envistió la Marcha silenciosa que realizaron los ciudadanos como protesta ante la injusticia de la muerte de 44 pequeños, en el incendio de la Guardería ABC.
Dulce Elizabeth Guzmán / dulce@larevistadelpatron.com
Hermosillo, Sonora 10/06/2009
Globos, fotos, carreolas vacías, mantas, flores y canciones de niños al unísono, envistió la Marcha silenciosa que realizaron los ciudadanos como protesta ante la injusticia de la muerte de sus pequeños.
Alrededor de 5000 personas, acompañaron a familiares y amigos de los niños que murieron en el incendio de la Guardería ABC, el pasado viernes 5 de Junio, esta cifra estimada por elementos de la Policía Municipal.
La marcha dio inicio en las instalaciones de la guardería, cada 10 metros aproximadamente hacían paradas. El bulevar Vildósola fue cerrado por autoridades que controlaban el tráfico, la organización y vigilancia se hizo presente.
Mantas con mensajes dirigidos al Gobernador Eduardo Bours, encabezaba la procesión, algunos carteles pedían justicia para los niños, otros exigían la cárcel para los culpables.
En medio de llanto y desolación, la gente se adhería a la multitud, llevando como símbolo de paz, ropa de color blanco, globos e imágenes religiosas.
Algunas madres de los infantes que perdieron la vida, gritaban “queremos la cabeza del Delegado Nacional del IMSS, ¡Justicia!”, la voz de los acompañantes se hizo presente, al unirse a las exigencias de los afectados, gritando en una sola voz ¡Justicia!
Durante el recorrido, el número de personas que se unió a la marcha, ascendió de tal magnitud, que cerraron completamente el paso de los 4 carriles del bulevar Vildósola y así continuaron hasta la plaza Emiliano de zubeldía y el museo de la Universidad de Sonora.
En el lugar, los esperaba gente con altares, una torre de papel enrollado donde se apreciaban mensajes de despedida para los menores, alrededor de ésta, pares de zapatos de los pequeños que dejaron este mundo, encerrados en un corazón y rodeando el monumento de recuerdos.
Al llegar, la plegaria a nuestro padre supremo no podía faltar, todos en una sola voz, oraron con un Padre Nuestro y a su vez, una representación de una madre buscando a su hijo entre sábanas que colgaban con listones negros entretejidos.
No hubo símbolos de ningún partido durante el recorrido, aunque se podían apreciar los rostros de figuras políticas que aspiran a algún puesto de elección.
Velas y lagrimas en la gente, cortejaban las fotografías de los niños que fallecieron.
Los medios de comunicación que estuvimos ahí, en el afán de darle voz a las inquietudes y exigencias de la gente ante ésta pena que sin duda nos invade el corazón de tristeza, en especial a las que somos madres de familia, pero también tuvimos nuestro reclamo, de pronto se escucho –tan sólo por unos instantes- ¡Fuera a los medios, no dicen la verdad! Y entre estos gritos, los siguientes:
¡Que los políticos respeten nuestro dolor!, ¡No voten si no hay justicia, no voten por nadie!, -y la gente respondía haciendo eco- ¡No voten, no voten, no voten!, ¡Que trasladen a todos los niños a Sacramento!, ¡Todos los niños a Sacramento!, ¡Los niños a Sacramento o voto nulo!, ¡Justicia a los niños!, ¡Que paguen los del IMSS!, ¡Cárcel a los culpables!, ¡Que renuncie el delegado nacional del IMSS!, ¡No queremos a los políticos!, entre otros más.
No podía faltar la manzana de la discordia, en medio de una explicación que ofrecía la ciudadana Rosalba Arce Contreras ante los medios, donde externaba su dolor ante la injusticia que se vive con los niños, se hace presente un señor llamado Ismael Ochoa -quien antes de irse en contra de una televisora, pidió que mañana para medio día se le de respuesta a sus reclamos-, sin embargo no se quedo callado, pidiendo que se retirara elementos de la televisora, quienes cumplían su función al igual que muchos que estábamos ahí.
Este señor, en un principio reclamó el que los periodistas de la televisora del Estado apagaron las luces, insinuando que en el momento de hablar sobre el Gobierno, dejaron de prestar atención, -en respuesta- el camarógrafo y periodista se regresaron a darle voz y pedirle que si tenía algo que decir que lo hiciera, que ellos no se habían ido, que ahí seguían, -el señor respondió, después de agredir también a una de as periodistas colegas que se encontraban ahí, sólo porque al acercarse le preguntó si era familiar de uno de los menores- a la ofendida le replicó, asegurando ser padre de familia de uno de los menores, le cuestionaron nuevamente si él había perdido un familiar directo y reitero que sí, lo perdió, a lo que agregó ¡Ya no me hagan más preguntas! Y sólo se delató diciendo: ¡No por el hecho de que pertenezca a un partido político, me van a agarrar por ese lado, es el dolor que traigo en el corazón! Después agregó que había perdido a su sobrina de nombre Fraijo Navarro, pero que no tenía nada que ver su presencia en el lugar con el partido al que pertenecía –pero la gente le grito ¡Fuera!
La Señora Refugio Vásquez, Abuela de uno de los menores, dijo que sólo buscaban justicia y que en caso de no recibir respuesta satisfactoria, aún no sabía que procedía – se escucha una voz que dice- ¡Otra marcha!
Y así, la marcha silenciosa se convierte en un grito de dolor y un llanto interminable.
Alrededor de las 10:30 p.m., el número de manifestantes quedó en tan sólo decenas de personas.

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